Como todos los años por estas fechas me gusta hacer una reflexión de como me ha ido el año. Así que, continuaré con la tradición.
Trescientos sesenta y cinco días dan para muchas cosas, unas buenas y otras no tanto, pero todas ellas experiencias que suman en el largo camino de la vida.
Estos días ando reflexionando también sobre el futuro con un ojo puesto en el año que comenzaremos pronto. Muchas cosas rondan por mi mente: cambiar de colegio entre ellas. A veces es bueno cambiar, no por no estar a gusto, pero hay cosas que no se pueden explicar; por lo menos de momento.
En esta vida no todo es el trabajo, también importan otras cosas y por ellas es por las que estoy reflexionando. La verdad, es que en estos momentos "tengo más dudas que certezas" pero así soy yo, seguro en unas decisiones y dubitativo en otras.
Este año que acaba ha sido un año de coches, muchos problemas con ellos y cambios a última hora tras medio año de espera.
Lo que está claro, es que por muchos motivos ha sido el año de la paciencia. La he tenido en "cantidades industriales", todo un ejercicio de autoconocimiento.
No quiero acabar esta carta de ajuste sin mencionar que continuo como el año pasado tocando el ukelele y la guitarra a mi ritmo; "sin prisa pero sin pausa" . Una distracción que me hace olvidar por el momento ciertas comidas de piña.
Al año que comenzará pronto solo le pido que nos siga respetando la salud a mi y a los míos y tener una pizca de suerte en las cosas que no dependen de uno.
Pd: bonita fecha "Capicúa", 24-12-24. 💜
Dentro del caos, está dicho casi todo. Ordenar los pensamientos no es fácil, sobretodo cuando se improvisa.
Jorge: "No dejes de luchar por lo que quieres, algún día lo conseguirás".