Como todos sabéis trabajo en un colegio de educación especial y a el asisten niños con graves problemas de salud, de comportamiento, etc...
Son niños especiales y con ellos establecemos vinculos afectivos muy fuertes, una simple mirada, un gesto y en muchas ocasiones podemos intuir aquello que precisan.
Obviamente no somos sus padres pero al pasar tanto tiempo con ellos llegamos a conectar y a mantener una comunicación especial.
Son ante todo niños muy agradecidos y aunque a veces nos "saquen del punto" siempre hacen algo que nos devuelve la ilusión y las ganas de seguir trabajando para ellos, porque eso si, trabajamos por darles una vida mejor y cubrir sus necesidades básicas.
Como decía Jesús: "dejad que los niños se acerquen a mi", en este caso mas si cabe porque estos niños se lo merecen todo.
Todos los que en algún momento hemos pasado por un colegio de educación especial no podremos olvidarlo nunca. Una mirada, una sonrisa, una anécdota, en definitiva un niño.
Edouard Pailleron: "Tenemos solamente la felicidad que hemos dado".
"Siempre podemos aprender algo de la gente que nos rodea, incluso de nosotros mismos."
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