Cuando un amigo se va......

Un año mas, el curso toca a su fin y llega el momento de las despedidas. Profesores y alumnos acaban y van en busca de otros destinos, unos acaban la escolaridad y otros por concursos de traslados o por su régimen de interinidad se marchan y dejan un hueco en nuestros corazones.
Y es que, como decía la canción, "Cuando un amigo se va.....algo se muere en el alma".
Este año se va un niño al que le tengo gran afecto, después de tantos años juntos se acaba su etapa en el colegio, han sido nueve años y un sinfín de anécdotas y momentos vividos que guardaré en mi memoria y en el corazón. Un niño especial que siempre estaba feliz y hacia feliz a los que le rodeaban, solo recordarlo me hace esbozar una sonrisa.
Estoy seguro que nos volveremos a encontrar y me dirá "Como te llamas" y yo le diré "Jor..." y el dirá "Jorge", así es el, siempre terminando las palabras, aunque esta no sea un "Adiós", sino un "Hasta pronto".
Desde aquí también quiero acordarme de mis compañeros que se van, ha sido un año incluso mas juntos, y espero que en la nueva andadura que iniciéis pronto llevéis el mismo entusiasmo, voluntad y entrega que habéis derrochado.
GRACIAS A TODOS.

Codo con codo.

Ya hace algunos años escribí sobre las excursiones de fin de curso, pero es que en cada excursión se aprende algo nuevo o se recuerda algo del pasado.
Es una actividad que "Puede sacar lo mejor y lo peor de nosotros mismos", es exigente, por lo menos las que se realizan con niños discapacitados que son en las que más he participado y requieren el "100%" en todo momento. No valen los descuidos "Ni medias tintas", ya que, una distracción puede ser fatal.
Debemos actuar "Codo con codo" y "arrimar el hombro" ante posibles contingencias con el fin de evitar "Males mayores".
Es pues, una actividad que requiere una gran dosis de esfuerzo y compañerismo para que llegue a "Buen puerto", y es en ellas donde "Se demuestra de que pasta estas hecho" y que clase de persona eres.
Además, hoy desde aquí también "Quiero romper una lanza" en favor y reconocimiento a todos los miles de voluntarios que trabajan de manera altruista con niños discapacitados en campamentos y respiros para que los padres puedan tener unos días de descanso, son de "10". Es una "Labor encomiable" y merecen "Grandes loas".
Trabajar con niños especiales es una labor vocacional.