viernes, 6 de febrero de 2015

Profesores de segunda clase.

Como todos sabéis y si no lo sabéis os lo digo ahora, trabajo en un colegio de educación especial desde hace ya varios lustros y cada vez estoy más convencido de que "Cuando en un colegio estornudan nosotros nos resfriamos".
Somos el cajón de sastre donde vienen a parar alumnos con todo tipo de problemas.
Cuando es por cauces extraordinarios y a mitad de curso normalmente es por alumnos conductuales.
¿A caso cobramos más? "Somos carne de cañón". Entiendo que todos los niños tienen derecho a la educación, ¡Faltaría más!, Pero no estaría de más disponer de más recursos personales ante tales situaciones.
Somos maestros, educadores y demás profesionales pero lo que sin duda no somos es guardias de seguridad. No estamos capacitados, repito, no estamos capacitados para reducir las conductas agresivas de alumnos que nos superan en envergadura y fuerza.
Muchas veces tenemos que hacer verdaderos esfuerzos para salvaguardar tanto la integridad de nuestros alumnos como las nuestras propias,por ello, es necesario que exista personal capacitado para ello de algún modo.
Nos gusta lo que hacemos, sino no estaríamos, pero  necesitamos sentirnos seguros a la hora de desempeñar nuestra labor docente como todos nuestros compañeros.

Jorge:"El comportamiento adecuado lo dictan las situaciones comprometidas".

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