Bilocarse.

Cuando era pequeño veía la serie de star trek en las que Scotty tele transportaba al Capitán Kirk o cualquier otro miembro de su tripulación a diferentes planetas. Siempre me gustó el hecho de estar en otro sitio "En un abrir y cerrar de ojos".
Luego más tarde hace unos pocos años descubrí un personaje histórico de la mano del escritor Javier Sierra, Se trataba de Santa Agueda(La Dama Azul), monja confesora de Felipe II creo recordar que sin salir de su convento según dicen y atestiguan ciertos indios mejicanos era capaz de estar en dos sitios a la vez. Cosa que solo si crees en lo místico eres capaz de digerir ,pero bueno el caso es que a ese hecho se le llama bilocación, estar en dos sitios a la vez, ( Ignoro si bilocarse es aceptado por la RAE).
El caso es que estar en dos sitios a la vez es imposible de momento "No se puede estar en misa y repicando" por tanto es mejor centrar tus energías en el presente y hacer una cosa bien que no cinco mal.

Hora de cambios.

Hay cambios buenos y malos, los personales a priori casi siempre son positivos, aunque no siempre. "Sin riesgo no hay emoción".
Cuando llevas mucho tiempo en un sitio conviene airearse y "Poner los pies en polvorosa". El hecho de estar mucho tiempo en un mismo sitio hace que "las montañas no te dejen ver el prado", y es que, "No se esta siempre en posesión de la verdad".
Saber cuando ha llegado tu momento no es fácil , es más, resulta doloroso llegar a la conclusión que lo mejor es irse "Y volar a otro nido".
El tiempo suele ser el juez que dictamina  si la decisión ha sido acertada.
"Agua pasada no mueve molino", por tanto hay que recordar el pasado pero mirar hacia el futuro.

Y colorín colorado ...

"Y colorín colorado este cuento se ha acabado", así podría empezar o mejor dicho terminar mi historia en el Virgen de la Luz.
Muchas historias encierran esas paredes y en mi modesta opinión formo parte de ellas, otros mucho mas por supuesto.
Recuerdo hace casi 12 años cuando entre por primera vez por esas puertas; ventanas altas con barrotes y techos altos, no era lo que esperaba y desde luego no era un colegio al uso.
Todo parecía oscuro y sin vida, como averigüé al poco tiempo  viniendo de la etapa que se venia no me extrañó.
 Mis primeros días resultaron decisivos, encontré a gente muy afable y dispuesta a ayudar. Mi guía y mentora durante esos días fue Mari Carmen a la que sin duda  le debo mucho. Con su espíritu y su alegría me marcó para siempre.
Muchos años han pasado y a mucha gente he conocido, unos han dejado mas huella que otros pero lo que no cabe duda es que se ha de ser de "Una pasta especial" para trabajar con niños especiales.
Espero y deseo que aquel espíritu de mis primeros días no se pierda nunca y que la gente que trabaje en esos muros recuerde lo esencial y deje al margen lo superfluo.
Ahora que queda poco para mi adiós definitivo y que me voy con " El corazón partido" me consuela saber que esté quien esté los niños estarán " De cine".
Gracias a toda esa gente que estuvo a mi lado en los momentos difíciles pues también les debo mucho. Quizás con la única espinita que me voy es no haber podido demostrar que clase de director hubiera sido, pero me voy con el recuerdo de todo lo vivido y de las lecciones vitales que he aprendido.