"Y colorín colorado este cuento se ha acabado", así podría empezar o mejor dicho terminar mi historia en el Virgen de la Luz.
Muchas historias encierran esas paredes y en mi modesta opinión formo parte de ellas, otros mucho mas por supuesto.
Recuerdo hace casi 12 años cuando entre por primera vez por esas puertas; ventanas altas con barrotes y techos altos, no era lo que esperaba y desde luego no era un colegio al uso.
Todo parecía oscuro y sin vida, como averigüé al poco tiempo viniendo de la etapa que se venia no me extrañó.
Mis primeros días resultaron decisivos, encontré a gente muy afable y dispuesta a ayudar. Mi guía y mentora durante esos días fue Mari Carmen a la que sin duda le debo mucho. Con su espíritu y su alegría me marcó para siempre.
Muchos años han pasado y a mucha gente he conocido, unos han dejado mas huella que otros pero lo que no cabe duda es que se ha de ser de "Una pasta especial" para trabajar con niños especiales.
Espero y deseo que aquel espíritu de mis primeros días no se pierda nunca y que la gente que trabaje en esos muros recuerde lo esencial y deje al margen lo superfluo.
Ahora que queda poco para mi adiós definitivo y que me voy con " El corazón partido" me consuela saber que esté quien esté los niños estarán " De cine".
Gracias a toda esa gente que estuvo a mi lado en los momentos difíciles pues también les debo mucho. Quizás con la única espinita que me voy es no haber podido demostrar que clase de director hubiera sido, pero me voy con el recuerdo de todo lo vivido y de las lecciones vitales que he aprendido.
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