Cuando eres pequeño y vas al colegio , no sabes porque, pero siempre buscas referencias sobretodo las de algunos profesores, son ellos los que pueden marcar a veces queriendo otras sin querer ciertas conductas.
Yo de mi experiencia en el colegio guardo por lo general buenos recuerdos o eso creo, por que los malos que sí los hubo, los he ido difuminando en mi memoria.
Muchas veces me sorprendo a mi mismo recordando ciertas anécdotas y situaciones que me ocurrieron en esa época.
Hubo varios profesores que me marcaron para siempre, pero quizá el primero que me marco para lo bueno y para lo malo fue Don Pablo ( que Dios tenga en su gloria). Era un hombre de la vieja escuela, es decir, estricto donde los haya. Un hombre, la verdad que, correcto en el trato, ya que, siempre nos llamaba por el apellido ; "Señor Zorrilla".
Muchas veces solía emplear esta frase: "Arreando que es gerundio", sobretodo cuando me veía un poco empanado a la hora de formar fila en el patio.
Es pues, esta frase de la que quiero hoy dejar constancia porque ya forma parte de mi y mis recuerdos.
En futuras entregas os hablaré de otro profesor tristemente fallecido que también dejo huella en mi corazoncito. (Don Andrés).
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