Hoy quiero recordar a un profesor del que guardo un gran recuerdo. Se llamaba Don Andrés y lo conocí siendo yo pequeño, no es que ahora sea muy grande, pero en fin.
Cuando nos conocimos tendría unos ocho años mas o menos y por aquel entonces me quedaba a comer en el comedor del colegio. Como todo niño que se precie a esas edades, solo pensaba en jugar, y en este caso, yo, era un fanático del fútbol que nunca veía el momento de dejarlo y Don Andrés que nos mandaba formar filas siempre tenia que llamarme la atención con su silbato, ya que, jugábamos en campos reglamentarios de asfalto.
Entonces decía aquello de :¡"Futbolero"! (así me llamó siempre que coincidíamos en el patio),dese prisa que es hora de ir a clase, y luego soltaba aquello de " cernícalo lagartijero", que nunca supe porque lo decía, supongo que por que era canijo y escurridizo, ja ja.
Años mas tarde fue mi profesor de lengua. Es de aquellos momentos de donde quiero recordar una frase que hice mía cuando ejercí como profesor/ tutor en un colegio ordinario, y esta era: "Alto, claro, con sentido y reteniendo lo leído", cita que me fue y sigue siendo muy útil.
Como decía Julio Iglesias en su canción "La vida sigue igual": "Las obras quedan, las gentes se van".
En este caso se fue, pero me dejo un legado que perdurará en mi memoria y en la de otros que compartimos vivencias con él.
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