domingo, 22 de agosto de 2021

El yin y el yang.


 Como ya sabéis los que me seguís a lo largo de los años, muchas veces , suelo repetir argumentos o temas pero con un enfoque diferente pues el tiempo, la experiencia y las experiencias vividas hacen que las cosas se vean de forma diferente, es decir, con otra  perspectiva.

Todas las personas, entre las que me incluyo como no podía ser de otra manera, tenemos nuestros defectos y  nuestras virtudes.

Partiendo de la base que todos nos conocemos o al menos deberíamos conocernos para lo bueno y para lo malo, es importante saber "de que pie cojeamos" para ponerle solución o disimularlo lo mejor posible. 

Es importante tener claro cuales son nuestras virtudes y nuestros defectos para que la gente que nos rodea sea consciente de ello y "no se lleve a engaño". 

Como decía mi abuela que en paz descanse: "Qui te conega que te compre". De ahí lo bueno que hacen ahora muchas parejas antes de dar el paso "hacía el altar". Deciden convivir para no llevarse un chasco después de "comprar la mercancía".😉

Como ya he escrito alguna vez y en esta ocasión me viene al pelo: "A veces la imagen que tiene uno de si mismo no tiene porque coincidir con la que perciben los demás".

El espejo refleja una imagen y luego pasa lo que pasa.

Las virtudes y los defectos los vamos acumulando con la edad y menguan o se acrecentan en función de la vida que llevamos.

A veces lo que para unos es una virtud para otros es un defecto y al revés. Así somos las personas, llenos de contradicciones.

Alphonse Karr: "Toda persona tiene tres caracteres: el que exhibe, el que tiene y el que cree tener".

Miguel Servet: "Cada cual es como Dios le ha hecho, pero llega a ser como él mismo se hace".

William Shakespeare: "Asume una virtud si no la tienes".

Jorge:" Las personas somos un conjunto de virtudes y defectos, de nosotros depende desequilibrar la balanza en un sentido u otro".

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