Como todos los años por estas fechas toca hacer balance, así que; allá vamos.
El caso es que un año más me vuelvo a poner delante del teclado para valorar como me ha ido. Resulta difícil expresar ciertas cosas por aquí, porque no todo debe ser contado, hay cosas que "deben permanecer bajo llave" hasta que sea el momento de abrir la caja fuerte.
Ha sido un año en ciertos momentos complicado, todos los años tienen sus momentos críticos; por suerte ya pasaron y quedan en una anécdota más de la vida.
¿Cuántas veces nos hemos levantado? Siempre toca seguir adelante "hasta que el arbitro pite el final del partido".
Por desgracia "la vida no siempre es un camino de vino y rosas", a veces nos toca bregar en el fango y no siempre se sale limpio. Hay manchas que permanecen y cuesta ser borradas.
"Lo que no te destruye te hace más fuerte", o eso dicen; por eso mientras estemos de pie hay que seguir jugando el partido.
Toda situación conlleva un aprendizaje y es esto lo que nos debe animar a seguir adelante para ponerlo en práctica en situaciones venideras.
Bueno, como se suele decir no todo ha sido malo, también ha habido momentos muy especiales que he compartido con la gente que me quiere; "compartir nos hace felices" por lo menos a mi.
Espero que el año que próximamente empezaremos sea mejor que este, porque en el fondo todos deseamos lo mismo: salud para todos los nuestros y para nosotros mismos y compartir la felicidad y esos momentos con nuestras personas especiales.
Cierro este año anhelando que todos los sueños que me quedan por cumplir se hagan realidad y os deseo a todos lo mismo. Haced de la ilusión el motor de arranque de vuestro coche y que os lleve al final del arcoíris.
Recordad que la vida va y viene y no se detiene ( como decía Alejandro Sanz en una canción); Ser felices.

